La forma en que nos alimentamos tiene un impacto directo en nuestro planeta. Cada bocado que damos es una elección que repercute en el medio ambiente, la salud de los ecosistemas y la sociedad en general.
Es por eso que la cocina consciente se ha convertido en una tendencia cada vez más popular, invitándonos a repensar nuestros hábitos alimenticios y a adoptar una alimentación sostenible.
Pasos para llevar una alimentación sostenible:
Adoptar hábitos de alimentación sostenible no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino también para nuestra salud y economía. Te contamos algunas prácticas que puedes poner en práctica en tu día a día para hacer tu cocina más consciente.
1. Planifica tus comidas
Dedica unos minutos a planificar las comidas de la semana. Esto te permitirá hacer una lista de compras más precisa, por un lado evitarás compras impulsivas y el desperdicio de alimentos, y por otro lado te ayudará a controlar mejor tu dieta. Si no sabes cómo empezar o te resulta complicado, puedes inspirarte buscando información sobre batch cooking (cocinar y preparar en un día el menú de toda la semana) o menús semanales planificados con alimentos sostenibles.
2. Prioriza los productos locales y de temporada
Al consumir productos locales, se reduce la distancia que recorren los alimentos antes de llegar a tu mesa, disminuyendo así las emisiones de CO2 derivadas del transporte. Consumiendo productos locales, apoyas a los agricultores de tu comunidad y contribuyes al desarrollo económico local. Además, los productos de temporada, son más sabrosos, nutritivos y requieren menos recursos para su producción.
3. Opta por productos ecológicos
Los productos ecológicos se cultivan sin el uso de pesticidas ni fertilizantes químicos, lo que protege el suelo y el agua. También suelen conservar mejor su valor nutricional y sabor, al no haber sido sometidos a procesos artificiales de maduración. Busca certificaciones ecológicas oficiales en los productos para asegurarte de que su origen es sostenible.
4. Compra solo lo necesario
Antes de ir a hacer la compra, revisa tu nevera y despensa. Revisa lo que tienes en casa para saber qué productos te faltan. Cuando salgas a comprar, prepara una lista detallada con los alimentos que realmente necesitas, de esta manera, evitarás el desperdicio y ahorrarás dinero.

5. Aprende a conservar los alimentos correctamente
Cada alimento tiene una forma óptima de conservación. Por ejemplo, las patatas se deben guardar en un lugar oscuro y seco para evitar que broten; los plátanos hay que separarlos de otras frutas para evitar que maduren demasiado rápido; las cebollas y los ajos hay que conservarlos en un lugar seco y fresco, lejos de las patatas para evitar su humedad. Investigar y aplicar buenas prácticas de conservación alarga la vida útil de un alimento evitando así su desperdicio.
6. Reduce el consumo de carne
La producción de carne es una de las principales causas de la deforestación, el consumo excesivo de agua y de cultivos, y las emisiones de gases de efecto invernadero. Reducir el consumo de carne, aunque sea solo unos días a la semana, puede marcar una gran diferencia. Opta por alternativas como legumbres, tofu o tempeh, fuentes de proteína vegetal ricas en nutrientes y sostenibles.
7. Usa métodos de cocción eficientes
Pequeños cambios en la cocina pueden suponer una gran diferencia en tu ahorro energético. Utiliza ollas a presión, cocina al vapor y aprovecha el calor residual para terminar la cocción de ciertos alimentos. Un gesto tan sencillo como dejar a remojo las legumbres horas antes de cocinarlas, también ayuda a reducir el tiempo de cocción, lo que implica un menor consumo de energía.
8. Minimiza el desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos es un problema global. Utiliza recipientes de vidrio, de acero inoxidable, puedes utilizar nuestras bolsas de silicona con cierre hermético o nuestros envoltorios reutilizables de cera vegetal para conservar sobras de alimentos y así evitar desechar comida innecesariamente.
9. Reduce el uso de plásticos
Lleva siempre una bolsa reutilizable para tus compras. Las bolsas de algodón o de tela son una excelente alternativa a las de plástico. También puedes optar por frascos de vidrio y envases reutilizables para almacenar alimentos y reducir la cantidad de residuos plásticos en tu hogar. No tienen porqué ser los más bonitos, simplemente reutiliza aquello que ya tienes.

10. Práctica la cocina de aprovechamiento
Antes de tirar comida, piensa la forma de transformarla en una nueva receta. Las sobras pueden convertirse en deliciosas comidas con un poco de creatividad, puedes elaborar cremas o purés con restos de verduras, o croquetas, prácticamente con cualquier sobra de comida. Unas verduras asadas pueden ser la base de una sopa, un arroz del día anterior se puede transformar en un salteado, y el pan duro se puede reutilizar para hacer tostadas, pan rallado y hasta un bizcocho. Explora recetas de aprovechamiento y da una segunda vida a los alimentos.
Alimentación sostenible también en el trabajo
Para mantener una alimentación sostenible incluso en el trabajo, intenta preparar tus comidas con anticipación y almacenarlas en envases herméticos para conservar su frescura.
Qué comer en el trabajo y cómo transportarlo
Opta por recetas que no requieran refrigeración constante o utiliza envases termo que mantienen el frío (o el calor) de tu alimento durante horas en el caso de que no tengas acceso a una nevera.
En el caso de que compres comida para llevar, además de elegir siempre opciones de comida sostenible y casera en lugar de comida rápida o precocinada, elige establecimientos que utilicen envases biodegradables o lleva tu propio recipiente para evitar el uso innecesario de plástico. Por ejemplo, si compras un bocadillo o un sándwich para la hora del almuerzo, puedes utilizar nuestros portabocadillos reutilizables.

Utiliza botellas de acero inoxidable reutilizables para reducir el consumo de botellas de un solo uso. También puedes optar por cubiertos reutilizables y servilletas de tela en lugar de las opciones desechables convencionales.
¡Contagia a tu entorno laboral con hábitos sostenibles!
Puedes promover el uso de cafeteras con filtro reutilizable, compartir frutas y frutos secos como snacks en lugar de otras opciones envasadas y poco saludables, o crear iniciativas para reducir el desperdicio de alimentos en la oficina.
Un proceso gradual y consciente
Adoptar una alimentación más sostenible es un proceso que lleva tiempo. No te sientas culpable si a veces desperdicias algo de comida o si no puedes seguir todos los pasos de inmediato. Lo importante es hacer pequeños cambios constantes y aprender de los errores. Cada acción, por pequeña que sea, contribuye a un futuro más sostenible.
En Así Sin Más encontrarás alternativas sostenibles que te ayudarán a hacer el cambio más fácil, como nuestros envoltorios reutilizables o nuestras botellas y envases termo que encontrarás, entre otras opciones, en nuestra categoría comer fuera.
Al hacer elecciones más conscientes en la cocina, no solo mejoras tu alimentación y bienestar, sino que también ayudas a reducir el impacto ambiental y promueves un sistema alimentario más justo y sostenible.
¡Empieza hoy tu viaje hacia una cocina más consciente y disfruta del placer de comer de manera responsable y llevar una alimentación sostenible!